La respuesta es….¡Sí!
Como ya sabemos, el ejercicio físico es importante en todas las etapas de la vida para mantener una buena salud, pero en el embarazo cobra bastante importancia, ya que aporta múltiples beneficios tanto para la futura mamá como para el bebé.
Durante el embarazo, las mujeres experimentan muchas modificaciones morfológicas y funcionales que pueden favorecer a la aparición de patologías, entre ellas destacamos la diabetes gestacional o la preeclampsia, y lesiones musculo-esqueléticas como ciáticas, dolor costal o inguinal, problemas pelviperineales… Es aquí donde la práctica de ejercicio cardiovascular y de fuerza puede ayudar a crear las condiciones favorables para que no aparezcan estos problemas. Desgraciadamente, muchos ginecólogos todavía tienen enfoques muy conservadores que recomiendan reposo o únicamente caminar como vía para mantenerse saludable durante este periodo.
En los últimos años y, debido a una gran inclusión de las mujeres dentro de la esfera deportiva, se han hecho muchos estudios relacionados, donde se evidencian los beneficios del ejercicio en esta etapa gestacional:
- Evitan el dolor lumbar
- Mejoran las capacidades metabólicas y cardiopulmonares y reducen el riesgo de padecer diabetes gestacional
- Favorecen los procesos del parto
- Mantienen el estado de condición física de la madre, reduciendo el índice de fatiga en las actividades cotidianas
- Controlan la ganancia de peso de la madre
- Mejoran la tolerancia a la ansiedad y la depresión
- Mejoran la conciencia corporal.
Y, ¡eso no es todo! Para el feto, la prescripción del ejercicio físico tiene también efectos positivos.
- Mejoran el desarrollo psicomotor del feto y la maduración nerviosa
- Beneficios notables en los en los perfiles de humor (responder mejor ante estímulos ambientales y luminosos).
- Un mayor volumen placentario que hace que el flujo sanguíneo y la nutrición del feto sean mejores
- Disminuye el riesgo de parto prematuro
Para la prescripción del ejercicio en esta etapa es fundamental la autorización médica y la individualización. Siempre se pautará la actividad en función de las condiciones de la mamá, siendo necesaria una valoración inicial para conocer el estado previo del abdomen y del suelo pélvico.
¿Y tú? ¿todavía te estás pensando hacer ejercicio embarazada?
