¿Qué puedo hacer?
Durante el embarazo puede aparecer edema generalizado o localizado en miembros inferiores, miembros superiores o zona genital. La causa más común de este tipo de edema acostumbra a ser el edema fisiológico, apareciendo de forma habitual en el tercer trimestre.
Los factores que influyen en su aparición pueden ser diversos:
· Aumento del volumen sanguíneo que implica mayor presión sobre las venas. Las glándulas suprarrenales producen durante el embarazo mayor cantidad de las hormonas aldosterona y cortisol lo que conlleva una mayor retención de líquidos.
· Aumento de la filtración capilar por los cambios hormonales, pues la progesterona relaja las paredes musculares de los vasos sanguíneos dificultando aún más el empuje de la sangre por parte de las venas desde los miembros inferiores hacia el corazón.
· La compresión de las venas a nivel pélvico, por el útero en crecimiento.

La ralentización de la circulación debido a estos factores hace que la sangre tienda a acumularse más frecuentemente en las piernas, pero también, en los brazos o en la zona genital, favoreciendo una acumulación excesiva de líquido en los tejidos causando edema y pudiendo provocar insuficiencia venosa.
El edema genital puede ser unilateral o simétrico y produce aumento de volumen en los labios mayores y menores de la vulva generando hinchazón, congestión, disminución de la líbido, e incomodidad en las relaciones sexuales, pudiendo aparecer incluso varices vulvares.
El edema durante el embarazo no debe considerarse un signo de hipertensión ni preeclampsia en ausencia de otros signos de alarma.

En una gestante normal, sin patologías que pueden estar en el origen de ese edema, el tratamiento fisioterapéutico con Drenaje Linfático Manual e intracavitario, además de presoterapia secuencial intermitente y medias de compresión consiguen efectos beneficiosos.
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