En el abdomen encontramos cuatro capas musculares: El transverso profundo del abdomen, el oblicuo interno, el oblicuo externo y, la capa más superficial, los rectos del abdomen. Durante el crecimiento del bebé esta musculatura se va estirando para dejar espacio. Son los rectos del abdomen los que más se estiran. Entendemos como fisiológico dicha separación, pero debemos evitar que esta separación sea mayor a la considerada como “normal”.
- Rectos del abdomen
- Oblicuo externo
- Oblicuo interno
- Transverso profundo
¿Tengo posibilidad de que me aparezca diástasis?
Hay constituciones que pueden favorecer la aparición de esta lesión. En ocasiones, los extremos pueden producir el mismo síntoma. Como por ejemplo:
- Un persona muy delgadita, con un abdomen plano y firme casi sin hacer ejercicio. Tiene una rigidez en los tejidos, que en este momento no nos interesa. Porque a la hora de estirarse no pueden ceder hacia delante y que hacen es separarse entre ellos más de lo normal para que la barriga y el bebé pueden crecer.
- Por otro lado, una barriga ya distendida por sobrepeso y como poco tono abdominal. Cuando esa barriga tiene a crecer no hay sostén ni sujeción muscular. Por lo tanto, también puede sufrir más de lo que queremos
¿Cómo sé si tengo diástasis?
La forma de tu barriga nos da muchas “pistas” para saber si los rectos del abdomen están más separados de lo deseado. Os enumeramos lo que NO debe tener tu barriga
- Barriga en forma de pico, tanto de perfil como de frente
- Barriga caída en semanas tempranas del embarazo (no tiene nada que ver con que el bebé esté encajado)
- Ombligo plano o incluso salido hacia fuera
- Color de piel
- Picor de piel
- Estrías en la piel. Lo que pasa por fuera, para por dentro. Si tu piel no soporta tanto estiramiento, se rompe. ¿Y tus tejidos internos cómo estarán?
TEST DIÁSTASIS
- Túmbate en el suelo. ¡Cuidado! No te dejes caer! Ponte de lateral, te giras y te pones boca arriba.
- Rodillas flexionadas, pisa el suelo con los pies, estira tus brazos a ambos lados de las caderas y levántalos del suelo un palmo.
- Despega tu cabeza y pecho hasta tus escápulas.
- ¿Se abomba la barriga?
- ¿Se pone en forma de pico?
- ¿Te sale como una cresta a lo largo de toda la barriga?
- ¿Te caben varios dedos entre los restos?
Si alguna de estas preguntas ha sido respondida con un SÍ, sería recomendable que acudas a un fisioterapeuta especializado en la materia para que te de pautas para evitar que te confirme la severidad de tu diástasis y que te marque unas pautas para evitar que vaya a más.